Cada día que pasa estamos en un mundo más tecnológico, y eso está muy bien: la tecnología nos hace la vida más fácil y nos ayuda a lograr cosas que de otra forma nunca nos hubiéramos imaginado alcanzar (o que serían muy difíciles de lograr sin su ayuda).
Sin embargo, así como traen muchos beneficios a nuestras vidas, también traen una serie peligros que por lo general desconocemos. Dignos de una buena historia de terror, estos peligros se esconden en las tinieblas esperando al primer desprevenido que pase para atacarlo y robarle el activo más importante en el mundo digital: su información.
Pues déjanos contarte que este es un tema tan delicado que el Gobierno ha diseñado una política nacional de seguridad digital que obligará a los colombianos a ponerse las pilas con eso de la seguridad de la información (y mucho más si son dueños de una empresa).
Digamos que alguien hackea tu correo electrónico personal. No tienes dinero ni nada que pueda perderse así que no le das mucha importancia. Sin embargo, no te pones a pensar que ahora esa persona sabe mucho más de ti de lo que te imaginas: ahora sabe para qué empresa trabajas y si tienes la misma contraseña en tu correo personal que en tu correo institucional le acabas de dar un pase VIP para que haga de las suyas (y las cosas que haga, como las hace con tu usuario te meterán en grandes problemas), también sabe, por ejemplo, cuántos hijos tienes y hasta la forma de contactarse con ellos. ¿No te has puesto a pensar que si no tienes cuidado podrías terminar poniendo a tu familia en peligro o haciendo que la empresa para la que trabajas termine quebrando?
Créenos cuando te decimos que si solamente pierdes dinero con esto, tuviste suerte y saliste bien librado.
Como usuarios de los medios digitales tenemos el deber de identificar, tratar y mitigar los riesgos a los que nos exponemos en nuestro día a día relacionado con las tecnologías de la información. Pero no solo eso, también está bajo nuestra responsabilidad aplicar esto en nuestros hogares y en nuestras empresas, ya que en ellas se encuentran personas que dependen de nosotros y que también están expuestos a los mismos peligros.
Cómo pudiste ver, todos hacemos parte de una cadena y si uno de los eslabones cae puede perjudicar a quienes lo rodean de una manera cuya dimensión es difícil de llegar a imaginar.
Está en tus manos hacer algo al respecto, entender los riesgos que existen y adoptar medidas y comportamientos que ayuden a reducir el impacto negativo que un ataque informático pueda tener en tu vida y en tu empresa. Y recuerda siempre que nosotros estamos para ayudarte a proteger tus sueños y a quienes más amas.